YA SON 39 VICTIMAS ESTE AÑO...
¡Ay Dolores!, de Reincidentes
Estremece escuchar el estribillo de esta canción, entonada como un
lamento heavy aflamencado: “Ay Dolores, los palos en tu espalda, la
tortura en tu mente/ Ay Dolores, con el silencio de la sociedad”. Los
sevillanos Reincidentes nunca se quedan en la superficie. Cavan hondo y
atizan. Lo hacen con sus letras sociales, políticas y comprometidas.
Como en Ay Dolores, donde denuncian al maltratador, pero
también a una consentidora sociedad. Y siempre desde la crudeza: “Las
llaves tornan gris tu habitación, entrando con el odio tras sus ojos./
Ya no tienes su calor, el alcohol es su sabor./ Empezando con reproches,
los insultos, el desprecio”.
El grupo apuesta por un final feliz y esperanzador para su Dolores:
“Por fin esta historia ya terminó./ Dolores cambió su nombre por
Libertad./ Escapando del cabrón que tu vida destrozó./ Porque la vida es
solo un cuento que hay que vivir en el momento”.
Pégame a mi, de LosDelGás y El Drogas
Los guipuzcoanos LosDelGás en compañía del barricada El
Drogas se muestran desafiantes. El estribillo dice: “No se puede ir por
la vida siendo tan imbécil./ No se puede ir machacando a la gente por
ahí./ La maltratas a ella porque sabes que es más débil./ Pues si tantos
huevos tienes, pégame a mí”.
La canción va trazando el perfil de maltratada y maltratador. Sobre
este último, incide en que este tipo de sujetos puede nacer en cualquier
clase social: “David era un tipo de lo más sencillo, el novio que todas
querrían tener, de buena familia e incluso un poco pijo, trabajador
intachable y un amigo fiel…/ Quién iba a sospechar que tiene una cara
oculta”.
No le grites, de Los Suaves
Un lector deja el siguiente comentario sobre esta canción de Los
Suaves: “Es como un libro de texto para trabajar contra la violencia de
género”. Un halago nada exagerado. Es la letra más larga de nuestra
lista y es difícil decir que le sobran palabras. Sí, cruda, pero también
extraordinariamente poética. El indomable Yosi (cantante y letrista de
los gallegos) demuestra una gran sensibilidad al contar la historia de
esta mujer valiente que no dio con la persona que ella soñaba. Yosi
canta con esa voz que parece forjada a base de cuchillas en la garganta.
El cantante le habla al maltratador: “¿No se rompe tu corazón cuando la
ves deformar sus manos en un taller de sol a sol?/ Horas extras de
trabajos forzados./ Tal vez cuando el día se va y la ves regresar
agotada./ Tú sigue aplastando el sofá, a ella aún le quedan las cosas de
casa./ Sigue cometiendo errores, empujando su vida a la desgracia./
Zapea tirado en la sala mientras sola solloza en la cama”.
En la parte principal, Yosi espeta al maltratador: “No le grites, a
tu mujer no le grites./ No le grites, nunca le grites a tu mujer”. Como
casi todos los antihéroes de Yosi, la historia acaba en derrota.
Violencia machista, de Ska-P
“Nací y crecí en un barrio donde la violencia de género era algo
normal. Cualquier vecina se podía levantar una mañana con un ojo
hinchando y todos sabíamos por qué había sido”, explica el cantante de
Ska-P, Roberto Gañán, en el documental Podrías ser ella, contra la violencia machista. Por ello, después de verlo de cerca, en su canción Violencia machista
entona: “No merece la pena, mujer, tu pasividad./ No merece la pena,
mujer, debes de actuar…”. Mezclando su habitual fórmula de guitarras
duras y acelerado ska, el grupo vallecano opta por hablar a la víctima:
“No, ni una más, no te dejes humillar./ Abandónale, que se pudra en
soledad… Rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad”.
Obsesión, de Barricada
“Desgraciadamente la situación no ha cambiado durante todos estos
años”, dice El Drogas, bajista y cantante, sobre la violencia machista.
Barricada, que se disolvió recientemente, aporta su visión de la
tragedia en Obsesión. Después de plantear la situación (“no, de
esta noche no pasa, mucho tiempo bajo su mano, aguantando como un trapo
usado”), apunta a un final siniestro (“en tus manos un cuchillo,
decidida a terminar; en la silla sentado, borracho está como siempre; un
golpe en el corazón, ojalá nunca despierte”).
A golpes, La Fuga
El grupo cántabro La Fuga se mete en la piel de la mujer para cantar
sus desdichas. El terror empieza cuando una llave trastea para abrir la
puerta: “Miedo, la noche está cerca./ Sientes que se abre la puerta./
Tiemblas, suda tu cuerpo./ Callas, su fiesta empieza”. Lamentablemente, y
como pasa muchas veces, la historia tiene el peor de los finales: “Esta
noche no aguantó./ Hubo paliza y, al final, disparó a tu corazón./ A tu
corazón”.
Espinas en el corazón, Lujuria
Lujuria siempre se ha mostrado muy activo en la lucha contra la
violencia machista. Sobre todo su vocalista, Óscar Sancho, que ha
ofrecido charlas sobre el tema, ha acudido a manifestaciones y está en
contacto con asociaciones que luchan para erradicar esta tragedia. Justo
después de un verano especialmente dramático, Sancho decidió escribir
sobre el tema. “Me llamaba la atención que el Telediario tuviera
noticias constantemente sobre nuevos casos de violencia machista. Y
siempre pensé que el rock debería servir para algo más que divertir”, ha
declarado el cantante. Así que compusieron Espinas en el corazón,
donde cantan: “El anillo de oro en el dedo, en grilletes se
transformó./ Donde antes había caricias, cada día hay un moratón”. La
historia finaliza trágicamente: “Cuando al fin cerró la maleta, un
hierro frío quema su sien./ Para nadie será tu sonrisa./ Suena un
disparo: ha sido él”. Lujuria donó lo generado por la venta de este
disco a asociaciones contra la violencia de género.
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