11 septiembre 2014

ROCK DURO ESPAÑOL y VIOLENCIA MACHISTA

YA SON 39 VICTIMAS ESTE AÑO...





¡Ay Dolores!, de Reincidentes
Estremece escuchar el estribillo de esta canción, entonada como un lamento heavy aflamencado: “Ay Dolores, los palos en tu espalda, la tortura en tu mente/ Ay Dolores, con el silencio de la sociedad”. Los sevillanos Reincidentes nunca se quedan en la superficie. Cavan hondo y atizan. Lo hacen con sus letras sociales, políticas y comprometidas. Como en Ay Dolores, donde denuncian al maltratador, pero también a una consentidora sociedad. Y siempre desde la crudeza: “Las llaves tornan gris tu habitación, entrando con el odio tras sus ojos./ Ya no tienes su calor, el alcohol es su sabor./ Empezando con reproches, los insultos, el desprecio”.
El grupo apuesta por un final feliz y esperanzador para su Dolores: “Por fin esta historia ya terminó./ Dolores cambió su nombre por Libertad./ Escapando del cabrón que tu vida destrozó./ Porque la vida es solo un cuento que hay que vivir en el momento”.




Pégame a mi, de LosDelGás y El Drogas
Los guipuzcoanos LosDelGás en compañía del barricada El Drogas se muestran desafiantes. El estribillo dice: “No se puede ir por la vida siendo tan imbécil./ No se puede ir machacando a la gente por ahí./ La maltratas a ella porque sabes que es más débil./ Pues si tantos huevos tienes, pégame a mí”.
La canción va trazando el perfil de maltratada y maltratador. Sobre este último, incide en que este tipo de sujetos puede nacer en cualquier clase social: “David era un tipo de lo más sencillo, el novio que todas querrían tener, de buena familia e incluso un poco pijo, trabajador intachable y un amigo fiel…/ Quién iba a sospechar que tiene una cara oculta”.



No le grites, de Los Suaves
Un lector deja el siguiente comentario sobre esta canción de Los Suaves: “Es como un libro de texto para trabajar contra la violencia de género”. Un halago nada exagerado. Es la letra más larga de nuestra lista y es difícil decir que le sobran palabras. Sí, cruda, pero también extraordinariamente poética. El indomable Yosi (cantante y letrista de los gallegos) demuestra una gran sensibilidad al contar la historia de esta mujer valiente que no dio con la persona que ella soñaba. Yosi canta con esa voz que parece forjada a base de cuchillas en la garganta. El cantante le habla al maltratador: “¿No se rompe tu corazón cuando la ves deformar sus manos en un taller de sol a sol?/ Horas extras de trabajos forzados./ Tal vez cuando el día se va y la ves regresar agotada./ Tú sigue aplastando el sofá, a ella aún le quedan las cosas de casa./ Sigue cometiendo errores, empujando su vida a la desgracia./ Zapea tirado en la sala mientras sola solloza en la cama”.
En la parte principal, Yosi espeta al maltratador: “No le grites, a tu mujer no le grites./ No le grites, nunca le grites a tu mujer”. Como casi todos los antihéroes de Yosi, la historia acaba en derrota.




Violencia machista, de Ska-P
“Nací y crecí en un barrio donde la violencia de género era algo normal. Cualquier vecina se podía levantar una mañana con un ojo hinchando y todos sabíamos por qué había sido”, explica el cantante de Ska-P, Roberto Gañán, en el documental Podrías ser ella, contra la violencia machista. Por ello, después de verlo de cerca, en su canción Violencia machista entona: “No merece la pena, mujer, tu pasividad./ No merece la pena, mujer, debes de actuar…”. Mezclando su habitual fórmula de guitarras duras y acelerado ska, el grupo vallecano opta por hablar a la víctima: “No, ni una más, no te dejes humillar./ Abandónale, que se pudra en soledad… Rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad”.



Obsesión, de Barricada
“Desgraciadamente la situación no ha cambiado durante todos estos años”, dice El Drogas, bajista y cantante, sobre la violencia machista. Barricada, que se disolvió recientemente, aporta su visión de la tragedia en Obsesión. Después de plantear la situación (“no, de esta noche no pasa, mucho tiempo bajo su mano, aguantando como un trapo usado”), apunta a un final siniestro (“en tus manos un cuchillo, decidida a terminar; en la silla sentado, borracho está como siempre; un golpe en el corazón, ojalá nunca despierte”).



A golpes, La Fuga
El grupo cántabro La Fuga se mete en la piel de la mujer para cantar sus desdichas. El terror empieza cuando una llave trastea para abrir la puerta: “Miedo, la noche está cerca./ Sientes que se abre la puerta./ Tiemblas, suda tu cuerpo./ Callas, su fiesta empieza”. Lamentablemente, y como pasa muchas veces, la historia tiene el peor de los finales: “Esta noche no aguantó./ Hubo paliza y, al final, disparó a tu corazón./ A tu corazón”.




Espinas en el corazón, Lujuria
Lujuria siempre se ha mostrado muy activo en la lucha contra la violencia machista. Sobre todo su vocalista, Óscar Sancho, que ha ofrecido charlas sobre el tema, ha acudido a manifestaciones y está en contacto con asociaciones que luchan para erradicar esta tragedia. Justo después de un verano especialmente dramático, Sancho decidió escribir sobre el tema. “Me llamaba la atención que el Telediario tuviera noticias constantemente sobre nuevos casos de violencia machista. Y siempre pensé que el rock debería servir para algo más que divertir”, ha declarado el cantante. Así que compusieron Espinas en el corazón, donde cantan: “El anillo de oro en el dedo, en grilletes se transformó./ Donde antes había caricias, cada día hay un moratón”. La historia finaliza trágicamente: “Cuando al fin cerró la maleta, un hierro frío quema su sien./ Para nadie será tu sonrisa./ Suena un disparo: ha sido él”. Lujuria donó lo generado por la venta de este disco a asociaciones contra la violencia de género.


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